Las ventas bastante bien, pero los beneficios a la baja

Por fin tendremos presupuestos en Cataluña; 41.000 millones de euros, un 8% de crecimiento. Se mejora la sanidad en un 11% y la educación en valor absoluto, y se dispondrá de más dinero para mejorar las infraestructuras básicas del país a las que hay que añadir el Aeropuerto de Barcelona, ​​el Cuarto Cinturón y el permiso por el Hard Rock de Tarragona. El Departamento de Empresa y Trabajo tendrá una partida presupuestaria extra por la reindustrialización verde dentro del pacto nacional por la Industria. Pero, en general, los ciudadanos con domicilio fiscal en Cataluña no conseguirán que se tenga en cuenta la inflación en su participación comunitaria en la escala del IRPF y, además, se mantienen los impuestos cedidos, Sucesiones – Donaciones y Patrimonio considerados como un agravio en comparación con otras comunidades del resto del Estado. Los datos del cierre del año 2022, tanto las macros como las micros son bastante buenos. Nos referimos al crecimiento del PIB, empleo, paro, exportaciones, inflación, turismo internacional y beneficios empresariales entre otros, siempre en comparación con el año anterior y con el resto de países de la eurozona y de la Unión Europea. Los datos del paro siguen siendo demasiado elevados, cerca de los 3 millones y el 13,1% de la población activa. El difícil acceso al mundo del trabajo por parte de los jóvenes – paro juvenil – sigue vigente y ahora hay que añadir la pérdida de poder adquisitivo de los salarios que provoca un cambio de actitud en el consumo de las familias, hoy en día mejor decir de las hogares. En los beneficios empresariales se producen distintas situaciones; por un lado, las empresas que gozan de una situación oligopolística en el mercado han visto cómo mejoraban sus resultados debido a la inflación, precios arriba y beneficios crecientes. Otros habían reducido costes de explotación y servicios a los clientes, pero con la subida de los tipos por parte de los bancos centrales han crecido sus resultados de forma muy significativa. En el mundo de la empresa que compite en condiciones normales, se ha producido una situación distinta a las anteriores; la facturación ha crecido, la inflación ha ayudado a hacerla crecer junto con el buen comportamiento del consumo. Pero los beneficios se han reducido por el desbordado crecimiento de los costes de explotación, incluidos alquileres, junto con los de la financiación del circulante. En definitiva, son nuevos tiempos para las empresas que compiten en el mercado, pero muy especialmente para las del mundo del retail, es decir, competencia brutal entre ellas, a la que deben incorporarse las del mundo on line a escala global, pero actuando localmente. El gran reto para el año 2023 pasa por reducir costes de gestión. Es fácil decirlo y muy difícil. Y diferenciarse de la competencia por los productos y por los servicios que ofrezcan a sus clientes actuales y futuros, es obvio que la digitalización les ayudará a hacer realidad los objetivos, pero es necesaria la ayuda de la ordenación para evitar la competencia desleal y las posiciones de dominio. Las exportaciones en 2022 cierran en cifras récord, más del 30% del PIB, 389.000 millones de euros. La inflación una vez más ayuda, pero las importaciones todavía crecen más y el índice de cobertura cierra en un 71%. Los precios de los productos energéticos tienen la culpa. Cataluña sigue siendo en exportaciones la comunidad autonómica líder, representando el 25% de la totalidad del Estado. La inflación en enero en la Eurozona se queda en el 8,6%, una rebaja de 6 décimas. La de España repuntó dos décimas, 5,9%, los 20 céntimos por litro influyeron y la rebaja del IVA en determinados productos alimenticios resultó insignificante, la alimentación continúa al alza y las rebajas no tuvieron gran influencia. En el presupuesto de los gastos de la familia, del hogar, los relacionados con la alimentación adquieren el protagonismo, es decir, ganan participación, cuota de mercado. Esto significa que el resto de sectores se ven afectados en sentido negativo, es decir, van a la baja, a excepción de los gastos energéticos, responsables del cambio de actitud de los consumidores. competencia brutal entre ellas, a la que deben incorporarse las del mundo on line a escala global, pero actuando localmente. El gran reto para el año 2023 pasa por reducir costes de gestión. Es fácil decirlo y muy difícil. Y diferenciarse de la competencia por los productos y por los servicios que ofrezcan a sus clientes actuales y futuros, es obvio que la digitalización les ayudará a hacer realidad los objetivos, pero es necesaria la ayuda de la ordenación para evitar la competencia desleal y las posiciones de dominio. Las exportaciones en 2022 cierran en cifras récord, más del 30% del PIB, 389.000 millones de euros. La inflación una vez más ayuda, pero las importaciones todavía crecen más y el índice de cobertura cierra en un 71%. Los precios de los productos energéticos tienen la culpa. Cataluña sigue siendo en exportaciones la comunidad autonómica líder, representando el 25% de la totalidad del Estado. La inflación en enero en la Eurozona se queda en el 8,6%, una rebaja de 6 décimas. La de España repuntó dos décimas, 5,9%, los 20 céntimos por litro influyeron y la rebaja del IVA en determinados productos alimenticios resultó insignificante, la alimentación continúa al alza y las rebajas no tuvieron gran influencia. En el presupuesto de los gastos de la familia, del hogar, los relacionados con la alimentación adquieren el protagonismo, es decir, ganan participación, cuota de mercado. Esto significa que el resto de sectores se ven afectados en sentido negativo, es decir, van a la baja, a excepción de los gastos energéticos, responsables del cambio de actitud de los consumidores. Los índices de situación económica de febrero de 2023, los PMI, tanto en la Eurozona como en EEUU, mejoran de forma importante. Estaban por debajo del 50 y le superan de forma ostensible. Esto significa que los bancos centrales pueden luchar contra la inflación subiendo los tipos sin sufrir por la coyuntura económica, es decir, por una posible recesión que se aleja. La FED anuncia que les seguirá subiendo. El turismo internacional en lo que va de año en Cataluña va bien, más de un millón han venido procedentes de aeropuertos de fuera del Estado, recordemos que la temporada se inicia, de hecho, a partir del mes de marzo, en el caso de Barcelona los Congresos de febrero, muy relacionados con el mundo audiovisual y tecnológico, han conseguido cifras de visitantes y de gasto suficientemente significativos a pesar de la ausencia por motivos geopolíticos de visitantes procedentes de países afectados por la guerra y el confinamiento. La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, ​​cada uno dentro de sus competencias, trabajan para poner al día las normativas necesarias a consecuencia de la innovación disruptiva que provocó la aparición y crecimiento del mundo on line en su territorio. Por parte de la Generalitat, el gobierno ha aprobado la memoria del anteproyecto de Ley de Comercio y Servicios que pone al día la ley de agosto de 2017 y, por parte del municipio, una vez pasadas las elecciones, veremos la puesta en marcha de la nueva ordenanza en lo referente a la distribución urbana de mercancías -DUM- y muy especialmente, la de la paquetería a domicilio del consumidor. Una vez más, diremos que la ordenación es básica para el buen y leal funcionamiento de las actividades económicas terciarias en el territorio. Pero nada es fácil a la hora de velar por el interés general. Por último, puntualizaremos la preocupación surgida en los últimos tiempos, es decir, vender y facturar más y ganar menos, con otras palabras, ventas bien y beneficios a la baja. Por tanto, hay que reducir costes de funcionamiento, diferenciarse de la competencia y innovar. No será fácil, pero compartir para competir sigue vigente. Vamos. Santi Pagés Economista