Como es sabido, ciudadanos paseando y congestionando el tráfico de las ciudades, comerciantes, restauradores, servicios en general, trabajadores del sector y Administración en particular, el último mes del año es, con mucho, lo más importante y trascendente.

Si lo cerramos bien, tanto a nivel individual como en conjunto, querrá decir que el año habrá ido bien, concretamente mejor que el año anterior. Pero una cosa es la facturación y la otra son los resultados reales, tanto la cuenta de explotación como en el balance de situación.

Habrá que tener en cuenta la inflación, la financiación del circulante, la aportación de nuevo capital en su caso, el incremento de costes de gestión, los márgenes comerciales y, muy especialmente, la temible cuenta de tesorería que nos indica cómo vamos de liquidez para afrontar el día a día. Pero todavía es más importante o tan como todo lo anterior, analizar las novedades introducidas durante el año, las denominadas “best practices“, las que han dado resultados positivos y también las que han sido negativas o fallidas. Pues son como una obligación por estar al día, por diferenciarse, por hacer frente a la competencia desmedida de la gran distribución y de las plataformas digitales.

Después de todo, cerrar el año con optimismo es del todo necesario para introducirse en el nuevo con muchas variables por resolver, tanto económicas como geopolíticas. La mayor parte no depende de nosotros, pero sí de aquellos con responsabilidad política tanto a nivel local, nacional, estatal y, muy especialmente, global.

A nivel macro será necesario adaptarse al déficit público establecido por Bruselas, a la deuda pública en relación al PIB ya la inflación para evitar el crecimiento de los tipos del BCE, pues en este caso, habría que iniciar su reducción para activar el crecimiento económico de sectores muy afectados y paralizados por la subida con efectos directos sobre el sector de la construcción e indirectos en la demanda hipotecaria.

La recaudación del Estado hasta finales de noviembre ha alcanzado los 252 mil millones de euros, el IRPF contribuye con la parte más importante debido al crecimiento del empleo con las retenciones correspondientes y con la ausencia de las lógicas deflactaciones por la inflación. Lo necesario para el año 2024 que tenemos a la vuelta de la esquina, es que el empleo siga creciendo, pero si es posible, en sectores de más alto valor añadido como el sector tecnológico o el sector industrial del denominado verde, que tanta falta nos hace por no depender de otros continentes con efectos directos sobre la cadena de suministros. En definitiva, sobre la cadena valiosa y en las importaciones.

En relación a los resultados del mes de diciembre, de momento provisionales, empezando con el Black Friday y terminando el día antes de Navidad, es decir, prácticamente un mes de actividad comercial con festivos abiertos, nos dicen que las ventas han respondido a las expectativas. Esto significa que el consumidor ha tenido una actitud positiva a pesar de la pérdida de poder adquisitivo por la inflación. Algunos analistas lo achacan a la demanda envasada en meses anteriores ya la climatología, otros a los efectos derivados del Covid ya la situación geopolítica. Los ciudadanos piensan que más vale gastar, aunque sea endeudándose a corto plazo, que ahorrar, pues sin una correcta retribución de los ahorros, mejor vivir al día y no pensar en el futuro.

Sin embargo, durante la campaña las ofertas y promociones de los grandes de la distribución y de la plataforma digital han sido constantes y recurrentes, y todo para mantener el ritmo de ventas incentivando al consumidor.

Cabe decir que el turismo internacional, especialmente en la ciudad de Barcelona, ​​pero también en la de Girona, ha contribuido a los resultados positivos de la campaña; los procedentes de EE.UU. junto con los asiáticos -coreanos del sur, que han liderado la campaña como compradores de productos de alto valor añadido, pero también de productos originales y tradicionales del país.

Por último, como decíamos al inicio del apunte, es necesario enfrentarse, o mejor dicho, hacer frente al nuevo año con optimismo y espíritu de lucha e innovación. Tenemos muchas variables que resolver y, aunque muchas no dependen de nosotros, muchas otras sí. Pero es necesario trabajar juntos y conjuntamente para buscar soluciones que nos sean favorables. Está en nuestras manos, pero como siempre, es necesario tener en cuenta el lema de nuestro grupo: compartir para competir. Vamos .

Santi Pagés
Economista